Según una reciente investigación presentada en la Universidad de Sevilla realizada con personas mayores de 65 años inscritas en el registro de dependencia (Pinzón, 2016), el 87,4 % de las mujeres y el 85,9 % de los hombres manifiestan su deseo de recibir los cuidados en su domicilio particular.

De estos datos, lógicos, evidentes y esperables, pero ahora demostrados por una investigación científica, se desprende que envejecer y vivir en casa, manteniendo las relaciones sociales y familiares, permaneciendo cerca de sus recuerdos y por lo tanto siendo capaces de vivir una vida feliz e independiente, es la meta para la mayoría de las personas mayores.

Vivir en casa

Además de ser la fórmula preferida por las personas mayores también es más beneficioso para su salud física y psicológica ya que el soporte familiar y social actúa como un agente protector ante la asimilación de las pérdidas producidas por el proceso psicofisiológico del envejecimiento y evita las consecuencias negativas del desarraigo familiar, ya que evidentemente no hay lugar más cómodo y seguro que la propia casa. Es más, la investigación comentada anteriormente encontró que la atención residencial incrementa el riesgo de morir un 52% en comparación con la atención en el domicilio.

Desde La Cruz Azul damos solución a los problemas sanitarios de las personas mayores para conseguir, como así desean, que vivan hasta el final de sus días sin abandonar su domicilio habitual, manteniendo las comodidades de su hogar, facilitando una atención personalizada ya que no hay otros pacientes o distracciones, manteniendo su independencia, mejorando su estado de ánimo y proporcionando tranquilidad a los familiares que saben que sus seres queridos están perfectamente atendidos y por lo tanto, facilitando que estos puedan seguir realizando sus quehaceres diarios y disponer de tiempo libre.

Ajustándonos a sus necesidades en cuanto a horarios y tipo de asistencia que requieren, nuestro personal está capacitado para:

• Realizar apoyo y supervisión de la higiene y cuidado personal
• Ayuda y supervisión en la movilidad, tanto dentro del domicilio como fuera del hogar para la realización de gestiones, tales como visitas médicas, compra de medicamentos y alimentos, etc.
• Supervisión de la toma de medicación
• Preparación de comidas y ayuda en la ingesta, realización de tareas domésticas
• Acompañamiento
• Creación de hábitos y capacidades que fomenten la autonomía, proporcionando seguridad a los ancianos y, en definitiva, mejorando la calidad de vida tanto de los personas atendidas como la de sus familiares, ya que todo nuestro equipo tiene como objetivo el bienestar, afecto y respeto por la persona mayor.