¿Cómo reconocer un Ictus?
Ataque cerebral, embolia, trombosis, apoplejía, infarto cerebral, derrame cerebral… son diferentes nombres para un grupo de problemas que se engloban dentro de los accidentes cerebrovasculares (ACV) o simplemente ictus.
El ictus es la interrupción del flujo sanguíneo en una parte del cerebro, denominado isquemia cerebral, o la rotura de una arteria o vena cerebral: hemorragia cerebral.
En ambos casos produce una lesión cerebral, pérdida de neuronas y, si es muy grave, la muerte.
Infografía ictus
La hipertensión arterial, el tabaco, el consumo de alcohol y drogas, enfermedades cardiacas, diabetes, colesterol, obesidad, el sedentarismo y el estrés son factores de riesgo que incrementan el riesgo de sufrir un ictus.
» El tiempo de reacción es muy importante para la evolución del paciente, aumenta las posibilidades de supervivencia y reduce las secuelas posteriores »
Es una enfermedad grave en la que el tiempo de reacción es muy importante para la evolución del paciente, aumenta las posibilidades de supervivencia y reduce las secuelas posteriores.
Por lo que es muy importante que conozcamos las señales que apuntan a que quien las presenta necesita atención médica inmediatamente, estas son:
- Dificultades para mover los músculos de la cara (parálisis facial): podemos pedir a la persona que sonría si no lo consigue o comprobamos que la comisura de sus labios se tuerce hacia un lado y el otro permanece inmóvil, es hora de llamar a urgencias.
- Debilidad en las extremidades: pedir a la persona que levante los brazos sobre su cabeza o que se siente y levante las dos piernas al mismo tiempo. Si no puede o levanta solo uno es señal de alarma.
- Dificultad en el habla y el entendimiento: pedir a la persona que diga algo concreto, podemos señalar un objeto y preguntarle qué es o que describa el color de algo que tenga a la vista. Si no puede responder, sus palabras son entrecortadas o no tienen sentido o se explica sin coherencia, también es señal de alarma.
- Otros síntomas característicos son: pérdida repentina de la visión, total o en uno de los ojos, sensación de vértigo muy fuerte, desequilibrio, mareos o descoordinación de los movimientos, dolor de cabeza súbito muy intenso.
Si alguna de estas respuestas no es normal es importante tomar medidas rápidamente, llamar al 112 sin esperar a que los síntomas pasen, mientras llegan los servicios de urgencias poner cómodo al paciente, aflojándole la ropa y dejando espacio a su alrededor para que pueda respirar bien.
Mejor que esté tumbado de lado, con la cabeza ligeramente levantada para evitar ahogamiento si hay vómitos. No darle líquidos ni alimentos para evitar atragantamientos, no dar ningún tipo de medicación y no dejarlo solo.
Según la afirmación de un neurólogo si la víctima de un accidente cerebro-vascular es atendida en las 3 primeras horas se pueden revertir casi totalmente los efectos de un derrame cerebral por lo que actuar de forma rápida es esencial.
Doctora Carmen Sola
Colegiada núm. 46 46 12727 – Valencia
Directora Médico de La Cruz Azul
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