El Edadismo
Según HelpAge, organización a favor de los derechos de las personas mayores, el edadismo es la discriminación por cuestión de edad como “trato desigual o negación de derechos por razones de edad por parte de individuos u organizaciones.
Puede ser detectada en procesos, actitudes y conductas discriminatorias, basadas en prejuicios, la ignorancia, la desconsideración y los estereotipos, que ponen en desventaja a las personas mayores”.
Es por ello una de las tres grandes formas de discriminación de nuestra sociedad, tras el racismo y el sexismo.
Edadismo
El edadismo puede adoptar muchas formas:
- Edadismo institucional: el cual se da en servicios, normas y prácticas como no incluir a las personas mayores en estudios clínicos, restringir los recursos sanitarios a los que pueden acceder o las políticas sanitarias; o la jubilación obligatoria basada en que todas las personas mayores son iguales no teniendo en cuenta la amplia gama de aptitudes que tienen.
- Edadismo intencionado: como el de la publicidad y los medios de comunicación, presentando a los ancianos como personas dependientes y frágiles o las estafas financieras hacia el colectivo de personas mayores.
- Edadismo no intencionado o involuntario: como la ausencia de procedimientos para asistir a las personas mayores en situaciones de emergencia o el lenguaje empleado en los medios de comunicación.
- Edadismo en las personas: ideas, creencias, actitudes y prácticas del individuo como el apoyo a los estereotipos sobre la vejez, la exclusión o el maltrato. En cuanto al maltrato a las personas mayores podemos encontrar prácticas que van desde el maltrato físico (agresiones físicas o insultos), psicológico o emocional (humillación, privación, confinamiento involuntario, etc.), sexuales, económicas (desde el uso de los medios económicos del anciano sin su consentimiento, falsificación de la firma o coacción para que firme determinados documentos, las estafas, etc.) y negligencias (como faltas de cuidados que provocan deshidratación, desnutrición, heridas infectadas, etc.).
Un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud encontró que las actitudes discriminatorias y negativas hacia las personas mayores están muy extendidas y que repercuten de forma directa e importante en su salud física y mental.
La discriminación por tener una edad avanzada ha sido silenciada y la invisibilidad social favorece la vulnerabilidad de las personas mayores, situándolas en una posición de debilidad.
Las personas mayores pueden verse como una carga para sus familiares y como consecuencia pensar que su vida tiene menos valor, haciéndoles más proclives al aislamiento social y a la depresión.
Doctora Carmen Sola
Colegiada núm. 46 46 12727 – Valencia
Directora Médico de La Cruz Azul
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