Intervención Integral en la Enfermedad de Parkinson
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al Sistema Nervioso Central. Los primeros síntomas comienzan alrededor de los 60 años de edad, aunque, en ocasiones, la sintomatología puede aparecer antes.
En la actualidad no se dispone de un tratamiento farmacológico que cure la enfermedad, aunque la medicina actual sí dispone de diversos tratamientos que ayudan a mejorar y paliar los síntomas.
Parkinson
Los síntomas motores son los más conocidos de esta enfermedad ya que son los más observables, como por ejemplo el temblor en reposo, la rigidez en las extremidades, los problemas de equilibrio y coordinación, la lentitud de movimientos, dificultades para masticar o hablar y problemas en la deglución, entre otros.
» El Parkinson cursa con otro tipo de sintomatología no tan observable ni tan asociada a esta enfermedad »
Sin embargo, también cursa con otro tipo de sintomatología no tan observable ni tan asociada a esta enfermedad pero que afecta a la calidad de vida de los pacientes y, por ende, a la de los familiares y cuidadores.
La presencia de estos síntomas, tales como trastornos del estado de ánimo como depresión y/o ansiedad, problemas para conciliar el sueño o continuos despertares, falta de concentración y problemas para realizar varias tareas, no suelen ser diagnosticados.
En La Cruz Azul contamos con un equipo multidisciplinar para ofrecer a su familiar una intervención integral.
Nuestro equipo sanitario, formado por psicólogos y fisioterapeutas, está especializado en enfermedades neurodegenerativas y orientado a mejorar la calidad de vida de nuestros usuarios.
Pero ¿cómo interviene nuestro equipo sanitario en pacientes con enfermedad de Parkinson?
» Con la intervención psicológica se trata de ayudar, tanto al paciente como a la familia »
Con la intervención psicológica se trata de ayudar, tanto al paciente como a la familia, a aceptar la enfermedad, facilitando el proceso de adaptación a la nueva situación.
Se realiza una primera evaluación neuropsicológica para conocer el estado actual del paciente, valorando los déficits cognitivos con el objetivo de proponer una rehabilitación de los mismos, favoreciendo de esta manera la conservación y el mantenimiento de las capacidades.
Además de la valoración cognitiva el psicólogo realizará una evaluación del estado de ánimo del paciente para prevenir, detectar y tratar problemas emocionales y alteraciones psicológicas como depresión o ansiedad.
Con el tratamiento fisioterapéutico se trata de intervenir en los síntomas motores de esta enfermedad, manteniendo e incrementando los movimientos articulares, reeducando el equilibrio tanto estático como en la marcha y mejorando la coordinación, con el objetivo de mantener la movilidad general para que el enfermo pueda seguir realizando las actividades de la vida diaria el mayor tiempo posible, facilitando así su autonomía.
El fisioterapeuta puede dar a la familia y a los cuidadores consejos y pautas para realizar correctamente los cambios posturales, así como educación en la higiene postural.
Por tanto, desde la Cruz Azul damos solución a los problemas sanitarios y sociales mediante un equipo interdisciplinar, con el objetivo de mantener la autonomía del paciente y mejorar su calidad de vida y facilitando de este modo las tareas de cuidado a los familiares.
Doctora Carmen Sola
Colegiada núm. 46 46 12727 – Valencia
Directora Médico de La Cruz Azul
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