Prevención del Cáncer: alimentos a evitar

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FEBRERO, 2018

Recientemente se conmemoró el Día Internacional contra el Cáncer, con la intención este año de fomentar hábitos de vida saludables que ayuden a prevenir esta enfermedad.

En esta entrada anterior se comentaron diferentes estrategias para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad, siendo una de ellas el control de la dieta.

En este artículo nos centraremos en los alimentos considerados perjudiciales y que debemos consumir eventualmente, es decir alimentos que no deben ser la base de nuestra dieta. No significa que debamos eliminarlos por completo de nuestra dieta, pero sí es recomendable no abusar de ellos.

Alimentos para la prevención del cáncer

Es evidente que el cáncer es una enfermedad multifactorial que puede estar causada por muchos elementos, pero cada vez hay más estudios que han encontrado una relación entre lo que comemos y la aparición de algunos tumores, por tanto todo lo que podamos hacer para evitar esta enfermedad y mantenernos sanos no “cae en saco roto”

» Existen estudios que han encontrado una relación entre lo que comemos y la aparición de algunos tumores »

Estos alimentos son:

  • Fiambres y ahumados: aunque son alimentos muy resolutivos y pueden parecer saludables el hecho es que el proceso de industrialización ha hecho que se les añadan componentes poco recomendables, por ejemplo, el jamón york contiene entre sus ingredientes azúcares, féculas, fosfatos, lácteos, etc. Los ahumados contienen sustancias para potenciar el sabor ahumado y nitratos que pueden desarrollar la aparición de células tumorales abusando de ellos. Es importante recalcar que  los ahumados no deben sustituir a una ración de pescado fresco. Para evitar el jamón york mejor elegir jamón serrano, cecina o lacón.

 

  • Carnes procesadas: Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y la Organización mundial de la salud su consumo está asociado con una mayor incidencia de distintos tipos de cáncer. Nos referimos a hamburguesas, chorizo, bacon, morcillas, etc. que además contienen un alto contenido en grasas saturadas.

 

  • Bollería industrial: si nos entretenemos a mirar los ingredientes encontraremos aceite de palma y coco, harinas refinadas, azúcares, colorantes, conservantes, espesantes y un largo etcétera. La opción mucho más saludable para las personas golosas es cocinarlo en casa, como por ejemplo un bizcocho, con productos naturales.

 

  • Comidas preparadas: tales como sopas de sobre, palitos de pescado, croquetas o empanadas, tortilla y un largo etcétera de comida lista para abrir, sacar del plástico y calentar. Pueden llegar a ser muy cómodos, pero contienen más grasa de lo habitual más sal, colorantes, potenciadores del sabor, conservantes, etc…

 

  • Azúcar: se obtiene de la caña de azúcar en menor medida y más de la remolacha, por lo que debe pasar por un complejo proceso de refinamiento para darle esa apariencia y que lo desnaturaliza. Además, existe la creencia de que el azúcar moreno es más saludable, aunque recientes estudios han demostrado que se trata de azúcar blanco “tintado”. La opción saludable es la miel que, a pesar de aportar una gran cantidad de energía y calorías, estas son de forma natural.
Doctora Carmen Sola

Doctora Carmen Sola

Colegiada núm. 46 46 12727 – Valencia

Directora Médico de La Cruz Azul

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